Todos caben en este tren de viajeros: Los que leen, los que escriben, los que solo miran y se bajan en la próxima.
domingo, 27 de febrero de 2011
PALABRA Y HONOR
El honor corresponde a los vivos.
Los muertos, si lo tuvieron, lo llevaron consigo y les quedará salvaguardado. No está claro si restituído.
Hemos leído hoy otra vez la intención de Txelis, el exideólogo etarra arrepentido, de solicitar perdón (...)
En verdad, recurso tan extendido como poco esclarecedor si ha de aceptarse la cantilena de que 'solo dios perdona'. [¡De qué dios estamos tratando!] Sobre todo tan poco convincente, tanto para quien lo solicita como para de quien se espera lo otorgue.
El tiempo, inexcusable, va poniendo las cosas en su sitio. Así, consta que algunos de entre los etarras han optado por el abandono de la banda . . Otros, sencillamente cumplen la condena merecida esperando renunciar explícitamente a las filas de la violencia. Consta cómo el señor Álvarez Santacristina busca públicamente el perdón de Yoyes.
No le ha sido suficiente el regreso a su encendida religiosidad, ni el favor que la Justicia le otorga de disfrutar de una semilibertad: Necesita, parece, un sólido perdón, sólidamente escrito.
El tiempo, sin embargo, no desfigura el tinte macabro de los acontecimientos, si fueron asímismo espeluznantes. Yoyes no va a levantar la cabeza. Su honor lo recogió como haya podido la propia familia. Y el hijo, testigo a sus dos años de la muerte inútil de la madre.
Txelis insiste. Seguramente el subconsciente le garantiza estar ahora en el camino recto, olvidada su trayectoria de extorsión y asesinatos. La misma danza macabra practicada por Yoyes en vida.
El tiempo ha modificado determinadas varas de medir:
A Yoyes le bastó la traición para 'merecer' la ira y la muerte de manos de los suyos. No hubo contemplaciones.
El señor Txelis no ignora ser también traidor a los suyos. De igual modo, tiene garantizado que nadie le infligirá el mismo escarmiento. He ahí la diferencia. Uno y otra fueron discrepantes. A uno y otra el destino les ha reservado distinta jugada.
Y esto por palabra de honor. El suyo, entonces, por los suelos.
El de Yoyes, adormecido en alguna tumba fría del hermoso Ordizia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Hasta ha poco albergaba esperanzas de que la tormenta escampaba. Era invierno cruel. Creía mis fantasmas cosa del pasado. ...
-
'Decías ayer', solo hace horas que ya son recuerdo en el baúl de guardar. Pero has optado por apagar el arrebato de tu palabra...
-
***nunca como descansar y esperar que las aves cargadas de precipicios arrullen el mar escrito a nombres*** Espera *escríbeme dos no...
-
no persiguen memorias. no incurren en color son infatigables de tiempo de auxilio de tiempo y monotonía -perseidas- qu...
-
El mal que se me adentre en las entrañas El bien incombustible. Todo Olimpo El mal que por peor ya ni lo aguanto El bien de hallar ...
-
no se hubieran los cielos ensombrecido ni los mareS de sol, azul misterio, anublado de sombras!!!! ved que os causan contento ...
-
No es menester os diga que hoy tengo ganas de llorar. (También de reir) De llorar, porque conozco bien que las lágrimas a tiempo lib...
-
Después de la amnistía fiscal a base de subir impuestos al intrépido contribuyente, usted y servidora podemos ser uno afortunado. De...
-
Hay asuntos que no guardan turno de espera. Sea verbi gratia que nos toque ganar la gloria y la honra dándole patadas al balón de l...
-
Tontamente dentro de un 'itemisaest' habrán transcurrido los preceptivos cien días de gracia para el desacomplejado gobierno. A...
No hay comentarios:
Publicar un comentario