miércoles, 2 de febrero de 2011

CON ESTO NO SE JUEGA


("La Nana del Ogro")

El escabroso asunto del robo de niños durante y después de la etapa franquista empieza a quedarse estancado o al menos se tiene la impresión de que cada día un juez pueda decidir qué hacer con las denuncias: Si todas en el mismo cajón, o si cada una en el suyo. Y que los casos se remitan a la Fiscalía procedente.


Da a pensar que con tanta dilación y sacudirse responsabilidades, el fiscal general del Estado en cierto modo busque no complicarse la existencia, no vaya a ser que al final le toque correr una suerte parecida a la que corrió malamente el juez Baltasar Garzón. Que de momento no alienta esta boca es mía.
Por lo pronto, el señor Conde Pumpido matiza como contraargumento que el robo(sic) 'no obedeció a un plan sistemático a nivel nacional'.
Así, los doscientos y pico casos denunciados, a pesar de sustentarse en pruebas de todo tipo y testimonios, mucho nos tememos sean condenados al olvido, al oscurantismo judicial y a la espera inútil, que acabará como casi todo  lo que es oscuro acaba:  La callada por respuesta, la forma más sutil y silenciosa de agotar los tiempos, antes del bochornoso 'los delitos han prescrito'.
Pero hubo delito y vaya si lo hubo. Con mucho franquismo, con menos franquismo. O sea que aquí paz y después gloria

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